Cada sábado por la mañana, junto los universitarios, vamos a caritativa en casa de las Misioneras de la Caridad de Budapest, en la zona más pobre de nuestro distrito.
Pasar por la puerta principal es como entrar en otro mundo: fuera hay suciedad, grandes bloques de apartamentos y casas en mal estado, una pobreza escuálida; dentro una pobreza luminosa, bella, donde se encuentra simplicidad, esencialidad y amor.
Amor: ésta es la palabra que define el orden, las hermanas son sus misioneras. Este amor es perceptible, tangible, experimentable dentro de esas paredes. Las hermanas – que vienen de Hungría, India, Africa – acogen a todos con una sonrisa. No importa si eres un cura, un universitario, un pordiosero: eres acogido, amado.
Así hacemos el primer descubrimiento: vamos a caritativa para llevar amor y recibimos amor. Antes de cualquier pobre intento nuestro viene el amor con el que las hermanas nos acogen.
Junto a nosotros entra un grupo numeroso y ruidoso de familias, alrededor de cuarenta personas de cero a sesenta años. Para la catequesis nos separamos en grupos según la edad. Yo normalmente estoy con los chicos mayores: leemos juntos un pasaje del Evangelio, intentamos comprenderlo juntos. En las conversaciones apenas esbozadas emergen a menudo historias de miseria, de violencia familiar, de pequeños y grandes delitos. En todo esto, estos chicos encuentran en las hermanas una casa. Poco a poco se abren, se dejan interpelar y abrazar por el amor gratuito que reciben.
Las hermanas nos invitan a ser serios y decididos en aquello que proponemos y, al mismo tiempo, a no tener pretensiones sobre la respuesta de los chicos. A menudo citan una frase de Madre Teresa: “Hagan lo que hagan, si van a estar aquí aunque sea solo cinco minutos, en esos cinco minutos no estarán en la carretera”.
Nuestra tarea es esencialmente favorecer esto: dejarnos capturar por el amor e involucrar a los jóvenes en el amor; vivir con ellos la alegría de esos cinco minutos en los atrios de la casa del Señor, que valen más que mil años en otros lugares.