Quiénes somos

Qué es la Fraternidad San Carlos

La Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo es una Sociedad de Vida Apostólica de derecho pontificio.

La Fraternidad nace del carisma de don Luigi Giussani, fundador del movimiento de Comunión y Liberación. Los jóvenes que piden ingresar en la Fraternidad para ser sacerdotes han encontrado en dicho carisma la forma definitiva de su propia pertenencia a la Iglesia. Mediante la obra misionera buscan difundir el carisma, obteniendo del mismo el método de su apostolado.

Una pasión por la gloria de Cristo y la vida como testimonio de esa pasión.

don Luigi Giussani

Los sacerdotes de la Fraternidad viven juntos en casas de tres o más personas. La comunión entre ellos es sostén en el trabajo cotidiano de la misión, camino de conversión y vía maestra a través de la cual viven el sacerdocio. Viven una disponibilidad para ser enviados a donde la Iglesia los necesita.

En acuerdo con el Obispo de la diócesis en la que actúan, prestan sus servicios en parroquias, escuelas, cárceles y hospitales.

Una historia joven

Id por todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la pazque se encuentran en Cristo Redentor.

san Juan Pablo II

En septiembre de 1984, con ocasión de la audiencia concedida por el trigésimo aniversario del nacimiento de Comunión y Liberación, San Juan Pablo II dirige al movimiento este encargo: « Id por todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la paz que se encuentran en Cristo Redentor».

El 14 de septiembre de 1985, acogiendo la invitación del papa, mons. Massimo Camisasca junto a otros seis sacerdotes firma el acta fundacional con el que se inicia la historia de la Fraternidad. Se trata de una asociación sacerdotal que tiene como fin formar jóvenes para el sacerdocio y la misión. En 1989, la asociación es reconocida como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Diocesano.

En los años noventa empiezan a difundirse, por Italia y el mundo, las primeras casas de la Fraternidad, habitadas por pequeñas comunidades de tres o cuatro sacerdotes.

El 19 de marzo de 1999, Juan Pablo II reconoce la Fraternidad como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Pontificio. La Iglesia, ante todo el mundo, la invita de este modo a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra según el acento particular de Comunión y Liberación.

El 29 de septiembre de 2012 Benedicto XVI nombra a mons. Massimo Camisasca Obispo de Reggio Emilia-Guastalla. El 1 de febrero de 2013 la Asamblea General de la Fraternidad elige a don Paolo Sottopietra como Superior general.

Nuestro rostro

La Fraternidad nace de la pasión que Giussani ha introducido en mi vida
y en la de otros hermanos; es un fruto de lo que él ha sembrado dentro de nosotros.

mons. Massimo Camisasca

Las palabras que expresan la vida de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo están contenidas en su propio nombre: fraternidad, sacerdotal, misionera. De este modo las describe el fundador, mons. Massimo Camisasca:

Fraternidad

«La Fraternidad es una compañía formada por personas que han sido reunidas por Otro, por acción de Otro que es misericordia en sus vidas. Es el signo eficaz de la misericordia de Dios. Cada uno ha sido acogido y es acompañado constantemente por Cristo a través de sus hermanos. Por ello, la Fraternidad es el lugar que, a través de nuestra conversión, hace más sencilla y continua la memoria de Cristo».

Sacerdotal

«La vocación sacerdotal es uno de los caminos más nobles y bellos que se pueda recorrer. Vive de una comunión constante con Dios y con los hombres. Como todas las vocaciones, puede estar sujeta al cansancio y a las debilidades humanas. Si es sostenida y ayudada de manera apropiada, constituye un puente entre el cielo y la tierra; representa un enlace fundamental en la historia santa y también una figura importante del camino hacia la unidad de los hombres».

Misionera

«La misión no es una invención nuestra, la expresión de nuestros particulares dones o pasiones, aunque puede nutrirse de todos los dones que Dios nos ha dado. Consiste sencillamente en estar dentro de la misma misión para la cual Dios mandó a la tierra a su propio Hijo y para la cual el Hijo mandó a los apóstoles y estos, a su vez, a otros hermanos. Hasta que el eco visible de aquel advenimiento nos ha tocado a nosotros».

El fundador

Massimo Camisasca nace en Milán el 3 de noviembre de 1946. Durante sus estudios en el liceo clásico Berchet conoce a don Luigi Giussani, su profesor de religión. Es el encuentro que cambia su vida. Camisasca participa en la vida de Gioventù Studentesca (Juventud Estudiantil, ndt.), el movimiento que nace de don Giussani, y se convierte en uno de los primeros responsables.

Durante los años de universidad en la Católica de Milán, donde se titula en Filosofía, Camisasca se involucra en diferentes tareas de la Acción Católica milanesa hasta el punto de convertirse en su responsable diocesano. Son años durante los cuales madura su vocación al sacerdocio.

Entra en el seminario en una comunidad misionera de la Diócesis de Bérgamo. Es ordenado en 1975. Tres años más tarde se traslada a Roma para ocuparse de las relaciones públicas entre Comunión y Liberación y la Santa Sede. En 1985, con el apoyo de don Giussani, don Massimo funda en Roma la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo.

Durante las tres décadas sucesivas, Camisasca se dedica a la guía de la comunidad y de la educación de sus miembros. Desde el año 2005 acompaña el nacimiento de las Misioneras de San Carlos, el instituto femenino que nace de la experiencia de la Fraternidad y del carisma de don Giussani. En el 2012 Benedicto XVI lo nombra Obispo de Reggio Emilia-Guastala. Así termina su cargo de superior de la Fraternidad. El 10 de enero de 2022 el papa Francisco acepta su renuncia por haber llegado al límite de edad.

El superior general

Paolo Sottopietra nace en Tione di Trento (Italia), el 18 de agosto de 1967. Crece en Stenico y en los años de bachillerato conoce en Trento el movimiento de Comunión y Liberación.

En la Universidad Católica de Milán conoce a don Luigi Giussani, que en esos años tiene el curso de Introducción a la Teología.

En el 1991, durante una estancia de estudios en Estados Unidos conoce a Michael Carvill, sacerdote misionero en Tampa, Florida. Es su primer encuentro con la Fraternidad San Carlos. La posibilidad de vivir el sacerdocio con el horizonte de la pertenencia al movimiento de Comunión y Liberación se vuelve para Sottopietra una hipótesis real.

Al volver de Estados Unidos, pide a don Massimo Camisasca entrar en el seminario de la Fraternidad y se traslada a Roma. En 1994 obtiene el Bachillerato en Teología Sagrada en la Pontificia Universidad Lateranense y en 1995 es ordenado sacerdote. En el 2001 obtiene el Doctorado en Teología en la Katholische Universität de Eichstätt-Ingolstadt, con una tesis en Teología Dogmática sobre el pensamiento de Joseph Ratzinger.

Tras un primer periodo de misión en Alemania, Sottopietra es llamado para regresar a Italia y cubrir diversos cargos en la Fraternidad.

Inmediatamente después del nombramiento de Massimo Camisasca como Obispo de Reggio Emilia-Guastalla, en febrero de 2013, don Paolo Sottopietra es nombrado Superior general de la Fraternidad San Carlos.

Misioneras de San Carlos

Las Misioneras de San Carlos Borromeo nacen del deseo de algunas chicas de compartir los ideales de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo.

En el 2005 Rachele Paiusco se traslada a Roma junto a otras compañeras para seguir al padre Massimo Camisasca y al padre Paolo Sottopietra. Al primer grupo se añaden pronto otras jóvenes. Empieza así la primera semilla de vida común, ritmada por una regla de oración, estudio y trabajo.

El 25 de marzo del 2007, en la solemnidad de la Anunciación, la pequeña comunidad viene reconocida como asociación privada de fieles por el obispo de Porto-Santa Rufina, monseñor Gino Reali. Durante este periodo, las Misioneras son guiadas por padre Paolo Sottopietra como superior general. Una casa del barrio de la Magliana, puesta a su disposición por el cardenal Camillo Ruini, acoge a las primeras jóvenes que entran en la reciente institución. Son los años en los que se definen los rasgos fundamentales y la regla de la comunidad. Toman vida la escuela de teología y filosofía interna a la Casa de formación, las caritativas y la colaboración con los sacerdotes de la Fraternidad en las parroquias.  

El 25 de marzo de 2012 es reconocida como Asociación pública de fieles. En los años sucesivos abren las primeras casas de misión. En el 2013 mons. Gino Reali nombra a Rachele Paiusco Superiora general de las Misioneras de San Carlos.

En el 2019 las Misioneras desarrollan la primera Asamblea general, que confirma a sor Rachele como Superiora general y se constituye por primera vez un gobierno independiente de la Fraternidad San Carlos. Actualmente están presentes en Roma, Nairobi (Kenia), Denver (Estados Unidos) y Grenoble (Francia).