Nuestras casas

La misión en Paraguay nace en 1989, cuando el padre Aldo Trento llegó a la parroquia de San Rafael, situada en las periferias de Asunción. Con los años, en torno a la parroquia nacen una serie de obras: un colegio, un hospital para enfermos terminales, una empresa agrícola y otras realidades educativas. Esta fecundidad encuentra un terreno fértil en el amor a la Iglesia y en el deseo de construir en comunidad que caracterizan al pueblo paraguayo, que sigue estando marcado positivamente por la experiencia de las reducciones jesuíticas, que llevaron hace cinco siglos el cristianismo a este territorio.

La parroquia también es una realidad viva y en expansión, que cuenta con una destacada presencia de adolescentes, jóvenes y familias.

Por último, algunos de nuestros sacerdotes están involucrados en el ámbito educativo en colegios de educación secundaria y bachillerato y en la universidad.

La casa de Bogotá abre en octubre del 2016, cuando la parroquia de Nuestra Señora de Las Aguas, situada en el centro de la ciudad, fue confiada a la Fraternidad San Carlos. El emplazamiento de la parroquia en mitad de la ciudad permite a los sacerdotes de la Fraternidad entablar relación con mucha gente de la sociedad colombiana. Junto a la moderna realidad universitaria, que cuenta con decenas de miles de estudiantes, convive el mundo de los residentes, entre los que se encuentra el barrio de La Paz. Este último es la zona más pobre de la parroquia, que surgió de manera espontánea a partir de familias en condiciones de indigencia y en fuga de la guerra civil.

Nuestros misioneros trabajan en la parroquia, en la universidad y en un colegio italiano de la ciudad.

En octubre del 2007, el cardenal Carlo Caffarra entrega a la Fraternidad la parroquia de Sant’Isaia, una de las más antiguas de la ciudad. En su territorio se encuentran la importante basílica de San Francisco y la cárcel de menores de Pratello. La presencia de universitarios es numerosa, a causa de la cercanía de las sedes del DAMS, la facultad de Ingeniería y algunas residencias para estudiantes.

Además de las actividades de la parroquia y la enseñanza en las escuelas, los sacerdotes de la Fraternidad se ocupan de la comunidad de los universitarios de Comunión y Liberación y de la asistencia espiritual a los enfermos en algunos servicios del hospital Policlínico universitario Sant’Orsola-Malpighi.

En el 2021, se confía a los curas de la Fraternidad San Carlos la unidad pastoral de Bad Godesberg, que comprende toda la zona sur de Bonn, la ex capital alemana. Se trata de una realidad compleja que reúne la herencia de trece parroquias que habían sido independientes hasta entonces. En este territorio que bordea el Rin hay barrios muy diferentes: Unos más acomodados; otros, más pobres, en los últimos decenios han acogido una fuerte migración procedente de países musulmanes. La presencia de importantes empresas como Telekom e instituciones como la ONU favorecen un clima internacional.

Nuestros sacerdotes están presentes en la parroquia y en los colegios del territorio.

En el 2006, tras varios años presente en diferentes lugares de Massachusetts, la Fraternidad llega a Boston. Hoy nuestros sacerdotes tienen encomendada la parroquia del Sagrado Corazón, al este de la ciudad, cerca del mar.

Además, imparten clases en dos colegios de educación secundaria y bachillerato.

La primera presencia misionera de la Fraternidad llega a Budapest a finales de 2004, siguiendo la invitación del cardenal Péter Erdö. La misión se realiza hoy en el contexto de una sociedad secularizada que consta con una presencia católica no mayoritaria, pero significativa. El trabajo de los misioneros está vinculado principalmente a la educación de las generaciones más jóvenes y de las familias.

Los sacerdotes de la Fraternidad también acompañan a las comunidades de Comunión y Liberación de Hungría. Se les ha encomendado la parroquia de San Francisco de Asís.

Nuestra misión mexicana nace en septiembre de 1997, cuando se encomienda a la Fraternidad San Carlos una pequeña rectoría dedicada a María Inmaculada, al sur de Ciudad de México. Desde entonces nuestros sacerdotes han dado clases en colegios y universidades, han sido capellanes en diferentes instituciones educativas y han acompañado el crecimiento de las comunidades de Comunión y Liberación de la capital y de diferentes ciudades mexicanas. En estos años, la rectoría se ha convertido en una parroquia de cuya vida participa una numerosa y viva comunidad.

La casa San Giuseppe nace en 2014 en Corridonia, provincia de Macerata, pueblo en el que se encuentra la cooperativa social PARS, que desde 1990 actúa en el ámbito de la prevención y tratamiento de adicciones patológicas y problemas juveniles.

La casa está ubicada en un contexto rural, rodeada por las colinas y los campos de Las Marcas y su función consiste en acoger a los sacerdotes que necesitan un periodo de descanso.

Asimismo, los sacerdotes que viven ahí realizan algunas tareas pastorales en la parroquia de Santo Stefano, en Monte San Giusto, en colaboración con el párroco.

En 1993, cuando el papa Juan Pablo II acudió a la jornada mundial de la juventud en Denver, muchos se preguntaron qué había de especial en aquel rincón del lejano oeste de América. La semilla de aquel viaje dio más tarde frutos inesperados. Entre ellos, años después, la invitación en 2009 a la Fraternidad para abrir una casa en Broomfield, periferia residencial al oeste de la ciudad.

La parroquia de Nativity of Our Lord acoge a casi 3000 familias, muchas de ellas jóvenes y numerosas. La parroquia también se encarga de la gestión de una escuela primaria y secundaria de 450 estudiantes. Junto a los sacerdotes de la Fraternidad, están presentes las Misioneras de San Carlos, comprometidas a su vez en las actividades parroquiales y en la escuela.

En septiembre de 2018 se encomienda a la Fraternidad San Carlos la parroquia de Saint Swithun Wells, constituida por seis iglesias situadas en la campiña inglesa entre Southampton y Winchester. Con sus 145.000 habitantes es la más grande de toda la diócesis.

Actualmente, los sacerdotes viven en Eastleigh, una de las seis ciudades del territorio de la parroquia, abarrotada de tiendas, restaurantes, un centro comercial y un gran parque, lugar de frecuentes eventos sociales. Pertenecen a la parroquia la histórica localidad de Romsey y la de Chandler’s Ford, habitada en su mayoría por familias adineradas. Se trata de una realidad heterogénea, formada por personas de diversas edades, cultura, religión, nacionalidad y estratos sociales.

La presencia de la Fraternidad San Carlos en Fuenlabrada inicia en 1994. La realidad de la ciudad, situada en la Comunidad Autónoma de Madrid, está marcada por su carácter de ciudad dormitorio, nacida precisamente en las periferias de la metrópolis como refugio de trabajadores procedentes de otras regiones españolas. Actualmente, son dos las parroquias confiadas a la Fraternidad en Fuenlabrada: San Juan Bautista y San Benito Menni. Ambas son lugares de acogida, donde establecer vínculos, para niños, jóvenes y familias del barrio. Con el tiempo, en torno a ellas, han surgido diferentes realidades asociativas y caritativas. Además, nuestros sacerdotes son capellanes en la universidad y profesores en colegios públicos y privados de la zona.

En octubre de 2013, por iniciativa del cardenal Angelo Scola, la Fraternidad abre una casa en Milán, en la parroquia de San Carlo allá Ca’ Granda, en Niguarda. Desde el principio, es evidente el deseo de los misioneros de servir a la Iglesia, especialmente al movimiento de Comunión y Liberación, siendo una presencia en todos los ámbitos: colegios, universidades, parroquias, hospitales.

Actualmente, la parroquia es un punto de referencia para numerosos amigos de la Fraternidad San Carlos que viven en Milán y Lombardía. Sus diferentes actividades, en las que participan universitarios y jóvenes trabajadores, constituyen un punto importante de pastoral y educación en la caridad.

La casa de la Fraternidad San Carlos en Nairobi abre oficialmente en 1997, en la parroquia de St. Joseph, aunque había un sacerdote de la Fraternidad en Kenia desde los años 80. El territorio de la parroquia cuenta con unos 40.000 habitantes y abarca dos barrios muy diferentes, uno burgués y otro en condiciones de pobreza.

En 2002 se consagró la nueva iglesia. Desde ese momento surgen diversas obras educativas y caritativas que hoy animan y sostienen la vida de la parroquia y de la comunidad local de Comunión y Liberación. Entre ellas, la escuela infantil «Emanuel Mazzola», la escuela primaria « Urafiki Carovana School», y los centros «Meeting point» y «Ujiachilie», dedicados respectivamente a los enfermos de SIDA y los niños con discapacidad.

Desde 2012 en Nairobi también hay una casa de Misioneras de San Carlos Borromeo.

La misión en la profunda Sibera marca una etapa importante en el crecimiento de la Fraternidad San Carlos. En 1991, ante  Massimo Camisasca decide enviar a Rusia algunos sacerdotes, justo antes de la caída del bloque soviético. Los jóvenes sacerdotes comienzan inmediatamente una obra de redescubrimiento de las comunidades cristianas de origen alemán. Hoy atienden a muchos católicos que durante 60 años no habían visto a sacerdotes y a los que, sin embargo, esperaban su regreso. Actualmente, nuestros misioneros se ocupan de las pequeñas comunidades católicas de la parroquia del Sagrado Corazón de Palavinnoje y de la Resurección de Krasnozersk, así como de las parroquias de San José en Berdsk y San Agustín en Akademgorodok.

La misión de la Fraternidad San Carlos en Praga comienza en 2002. El periodo de «incubación» de la misión es largo: los primeros misioneros tienen que aprender una lengua muy difícil y aprender a entrar en la lógica y las dinámicas de una sociedad fuertemente influida por decenios de comunismo. Sin embargo, con el tiempo, la comunidad crece, sobre todo gracias a la presencia en la universidad, que reúne poco a poco cada vez más jóvenes, que hoy son familias que forman una numerosa y activa comunidad. Actualmente, la parroquia de Sant Apolinar está encomendada a los sacerdotes de la Fraternidad San Carlos y su misión está estrechamente unida al acompañamiento de la comunidad de Comunión y Liberación de República Checa. También son una presencia estable como profesores en dos escuelas de la ciudad.

En una colina a las afueras del barrio de Casalotti, suburbio en la periferia oeste de Roma, surge la casa general de la Fraternidad San Carlos. En ella viven y trabajan los superiores de la Fraternidad y sus colaboradores. El fundador Massimo Camisasca siempre ha concebido el gobierno de la Fraternidad como una realidad colegial, donde autoridad y amistad están estrechamente entrelazadas.

En la misma estructura se encuentra la Casa de formación de la Fraternidad. El seminario acoge jóvenes procedentes de Italia y del resto del mundo que desean verificar la vocación al sacerdocio. A través de los años, mediante la oración, el estudio, las tareas y las actividades caritativas, los seminaristas se preparan para el ministerio sacerdotal en la Fraternidad San Carlos.

La presencia de la Fraternidad San Carlos en la Magliana, un barrio de la periferia suroeste de Roma, comienza en 1997, cuando se le encomienda la parroquia de Santa Maria del Rosario de Pompei. Debido a la expansión demográfica de la zona, en 2007 se construye una nueva parroquia, denominada Santa Maria del Rosario ai Martiri Portuensi, consagrada personalmente por Benedicto XVI.

El contexto social en el que realizan su labor los sacerdotes es el de una periferia popular, viva y llena de diversas situaciones familiares y personales. La tarea educativa es intensa y se desarrolla mediante diferentes actividades parroquiales, especialmente dirigidas a niños y jóvenes.

Además de los sacerdotes de la Fraternidad, el territorio de la parroquia cuenta con la presencia de una casa de las Misioneras de San Carlos, que se ocupan de la gestión de una vieja iglesia (hoy santuario mariano), dedicadas a una intensa actividad de apostolado en el barrio.

Desde 2003, la basílica de Santa Maria in Domnica, llamada por los romanos «la Navicella», situada a dos pasos del Coliseo, se encomienda a la Fraternidad San Carlos. Los sacerdotes viven su misión en el centro de Roma, rico en los contrastes que caracterizan a la ciudad eterna. Se ocupan especialmente de los jóvenes que acuden a «Il Centro», en la via delle Sette Sale. «Il Centro» es una iniciativa educativa, un lugar que abraza toda la vida en las condiciones más diversas y, por ello, a él acuden familias, universitarios y adolescentes. Siguiendo el carisma de don Giussani, en torno a él han surgido realidades educativas como Gioventù Studentesta para los adolescentes de bachillerato, «le Stelle di San Lorenzo» para niños de primaria y «la Barca di Pietro», para chicos del primer ciclo de secundaria.

La antiquísima parroquia de Sant’Eusebio, en el barrio Esquilino de Roma, se sitúa en la esquina norte de piazza Vittorio. Una de las más antiguas de la cristiandad, fue fundada en el siglo IV sobre las ruinas de la casa de Eusebio, patricio romano, sacerdote y mártir. La parroquia fue confiada a los sacerdotes de la Fraternidad San Carlos en 2009.

El barrio Esquilino, además de ser uno de los distritos históricos de la capital, es una zona de una fuerte presencia inmigrante, caracterizada por una creciente superpoblación y una cierta degradación social. Entre los desafíos actuales se encuentra la posibilidad de la convivencia entre los residentes italianos y las etnias extranjeras, cuyas actividades comerciales ocupan las calles del barrio.

Puente Alto es la comuna con mayor población de Chile, situada al suroeste de la región Metropolitana de Santiago. Creada en los años de la dictadura, por voluntad de Pinochet, que presionaba a muchos de sus opositores a vivir allí, tiene una estructura urbana pensada para unir y al mismo tiempo para separar: casas pequeñas para familias numerosas y pocos lugares de reunión. La parroquia, confiada a la Fraternidad San Carlos en 2006, está dedicada al beato Pietro Bonilli. Se compone de seis capillas diferentes y atiende a unos 80.000 habitantes. Cada capilla, construida por la gente del lugar, tiene su propia identidad e historia.

Nuestros sacerdotes, además de servir al numeroso pueblo del barrio, desarrollan su actividad en un hospital y en la universidad.

Saint Paul es la capital y la segunda ciudad más poblada, después de Mineápolis, del estado de Minnesota. Las dos ciudades, situadas a ambas orillas del río Misisipi, forman en realidad una única diócesis y un mismo área metropolitana comúnmente conocido bajo el nombre de las Twin Cities, «ciudades gemelas».

La misión en el Midwest de la Fraternidad San Carlos es la más reciente en territorio estadounidense, precedida por las casas de Washington D.C., Boston y Denver. En 2017 la iglesia de St. Peter fue confiada a la Fraternidad San Carlos. Asimismo, se anexionó a la parroquia un colegio de educación primaria y secundaria.

La casa de la Fraternidad San Carlos de Taipei nace en septiembre del 2001, con dos misioneros recién ordenados diáconos, que llegan a la isla invitados y acogidos por el entonces arzobispo monseñor Ti Kang. Por entonces, ya había nacido una pequeña comunidad del movimiento de Comunión y Liberación, gracias a dos jóvenes familias italianas enviadas allí por don Luigi Giussani. Con los años, la misión ha crecido hasta ver a nuestros sacerdotes involucrados en la guía de dos parroquias (San Francisco Javier en Tai Shan y San Pablo en Xin Zhuang), en el ambiente universitario, donde estudian y dan clase, y en el acompañamiento a la comunidad de Comunión y Liberación.

En el corazón del barrio universitario de Vanchiglia, centro de la «Movida» de Turín, surge la parroquia de Santa Giulia, fundada en 1866 por los siervos de Dios Giulia y Tancredi di Barolo. Es confiada a la Fraternidad San Carlos en el 2014. Al abrir cotidianamente la puerta de su casa, los misioneros están involucrados en la educación de los niños, jóvenes, universitarios y en recorridos de acompañamiento para las familias. La viva comunidad parroquial es un punto de referencia para la vida del barrio y para muchos grupos de Comunión y Liberación.

Los sacerdotes también se dedican a la enseñanza en escuelas.

La casa de la Fraternidad San Carlos de Viena nace en 1996, después de que el cardenal Schönborn pidiese al movimiento de Comunión y Liberación mandar sacerdotes a su diócesis. En un principio, el cardenal les confió la parroquia de los Santos Pedro y Pablo situada en las colinas al oeste de la ciudad. En el 2012 se trasladaron, pues les fue encomendada la parroquia de la Anunciación y un ex monasterio anexo, situados en una zona rica del centro de la ciudad.

Actualmente, además de ocuparse de la parroquia, nuestros sacerdotes están presentes en dos escuelas del barrio, en la capellanía de la universidad, acompañan a la comunidad persa y a la comunidad persa y a la del movimiento de Comunión y Liberación.

En 2002 abrió la casa de la Fraternidad San Carlo en Bethesda, un suburbio situado a las afueras de Washington D.C. Los sacerdotes que viven en esta casa americano se dedican al estudio, la enseñanza y la dirección de institutos escolásticos.